Por: Rous Guillén - AMCI
Men in Black internacional, podríamos vivir sin ella
La última entrega de la saga “Men In Black”. Llamada “Men In Black Internacional”; es un filme que realmente tiene muy poca rentabilidad. Una de esas películas que quedará en el altero de creaciones cuya relevancia e impacto para la audiencia se reduce a “dominguera”, “palomera”, “no pasa nada si no la acabo de ver”; y en ciertos casos, aburrida.
La trama se divide en dos personajes. El principal es una chica llamada Molly, interpretada por Tessa Thompson, quien durante su infancia tiene un encuentro con un cachorro alienígeno del tipo Tarantian o Terrantian, lo salva de ser encontrado por los Hombres de Negro. Al ser testigo de cómo sus padres son neuralizados, crece en ella la obsesión por encontrar a estos agentes.
Nos muestran a una Molly 20 años después. La vemos asistiendo a entrevistas de trabajo, donde se nota que es inteligente, capaz, con buen currículum; pero hay un aspecto “raro” en ella, busca “lo que está en la otra caja, en la que no viene dentro de la solicitud”. De tal forma nos muestran que sigue buscando a la agencia especializada en controlar, ayudar, expulsar o eliminar alienígenas. Justo después de una entrevista vemos cómo logra encontrar a los Hombres de Negro y al final infiltrarse en su unidad de Nueva York. Al entrar vemos un breve cameo de dos personajes muy queridos en las películas anteriores, el anciano de la puerta (cuyo nombre seguimos sin saber), y al pug alienígena Frank, cuya voz le es otorgada por el actor Tim Blaney.
Cuando es descubierta, Molly se encuentra con la Agente “O”, a quien conocimos en “Men In Black III” y es interpretada por Emma Thompson. Interroga a Molly, y cuando está a punto de neuralizarla Molly responde que una de las razones por las cuales deben aceptarla es que ella los encontró, que no tiene una vida social muy fuerte, y además tampoco tiene nada que perder. La agente “O” se da cuenta de que tiene a alguien especial y decide aceptarla en el entrenamiento para agentes de prueba. Hay un momento que me hizo reír, es cuando la Agente “O” le responde la pregunta a Molly de “¿hombres de negro, HOMBRES?”, y ésta responde “Sí, ya tuve esa discusión, no vale la pena, créeme, se han tardado en cambiar, pero ahí van”, Me pareció un buen acierto ante lo forzado de la presencia femenina en todas las películas actuales. Porque realmente no es necesario que se cambie todo y diga “Mujeres y Hombres”, para que hayan buenos personajes femeninos en los filmes actuales. También porque me pareció una broma directa a las quejas que se han dado en otras franquicias como “Los Hombres X”.
Después tenemos al otro co-protagonista, el agente “H”, cuyo nombre conocemos más adelante, Henry. Interpretado por el carismático Chris Hemsworth, a quien creo yo todos, o casi todos ubicamos como Thor en el Universo Fílmico de Marvel, es un personaje irreverente, presuntuoso, algo excesivo, que además al parecer “ha perdido” su chispa. La primera vez que lo vemos es en una escena inicial en compañía del agente “T”, o “La Gran T”, interpretado por Liam Neeson; al inicio de una misión en París de cuyo objetivo nos enteramos hasta más adelante.
Molly, después de ser aceptada como agente en prueba, se cuela a una misión con el agente “H”, el cuidar de un extraterrestre llamado Vulgus, que es fiestero y “un desmadre”, como el propio “H”, además de uno de sus mejores amigos. Antes de encontrarlo, cuando Molly se cuela en la misión, escucha acerca de un accidente ocurrido en Marrakesh África, donde se presentan unos alienígenas interesantes llamados los “Diads”. Los cuales se cree forman parte de “The Hive”, o “La Colmena”, una especie de alienígena múltiple que absorbe a otros para que formen parte de su colmena, y supuestamente fue detenida por “H” y “T”.
Durante la misión, fallan en el intento de salvar a Vulgus. “H” envía a Molly, ahora llamada “agente M”, a cuidar de su amigo. Vulgus le dice a “M” que no puede confiar en “H”, la toca para saber si es de confiana (antes nos enteramos de que una característica de su raza alienígena es el cambio de color en sus brazos cuando están en la presencia de alguien sospechoso), le entrega una cosa con forma poliédrica, más o menos como varias estrellas superpuestas. “M” decide guardarla y no decir nada, tanto al propio “H” como a los agentes “C” y a la “Gran T”.
Obviamente se sabe que fallaron la misión. Cuando están por correrlos, “M” realiza una observación, la posibilidad de que haya un infiltrado en “Los Hombres de Negro”, de acuerdo con lo dicho por Vulgus antes de morir. El “agente C” (interpretado por Rafe Spall) no les cree, pero debe aceptar las ordenes de “La Gran T”. Sin embargo, al observar los videos de seguridad, descubren el poliedro que Vulgus le entregó a “M” antes de morir. Van en búsqueda de los dos agentes, al creer que ambos son los traidores.
En el camino, cuando “M” y “H” son perseguidos, toman prestada la motocicleta de un alienígena amigo de “H”, y un termo de agua. Por usar mal un botón rojo, quedan varados en un desierto. Ahí, otro alienígeno, que tiene forma de barba, sale del termo de agua, enojado por haber sido secuestrado, se roba el arma y huye. “M” está molesta, por lo que le reclama a “H” su descuido.
Olvidé un detalle importante, cuando “H” y “M” llegan a Marrakech África, encuentran en lo que parece una tienda de antigüedades, a unos pequeños alienígenas que semejan y desempeñan los papeles de las piezas de ajedrez. Encuentran a la reina en sus últimos momentos de vida, y a un peón, último superviviente de su especie, quien debe morir junto con su reina, pero no tiene deseos de hacerlo. “M” lo salva y se vuelve su nueva reina. Están con él en el desierto cuando el alien barba les roba el arma.
“H” se da cuenta de que debió vendérsela a “Riza”, una vendedora de armas alienígenas en toda la Galaxía, porque anteriormente la barba alien había mencionado el fin de su amorío, así como que fue algo triste porque hacían buena pareja. El alien peón, renombrado como “Pawnie”, se sorprende de que tuviera una relación con alguien tan peligrosa y loca. “H” dice que deben ir a su guarida de seguridad, que es renombrada por Pawnie como “la fortificada fortaleza de Riza, de la muerte segura”, y se encuentra en Italia. “H” llega con aspecto de “galán” que va a visitar a la exnovia “en son de paz”. Detalle gracioso, trae pantalones rosa claro (yo misma pensé, ¿por qué trae pantalones rosas?), lo cual llama la atención de Riza, quien lo está observando en su pantalla de seguridad y en un principio parece una humana con gustos estrafalarios, y además está en una discusión con alguien más y apunta un arma. “H” saluda al jefe de seguridad de Riza, un alien peludo llamado “Luca”, pregunta si lo extrañó, a lo que Luca responde “no”.
Mientras “H” intenta distraer a Riza, “M” se infiltra en la casa para poder llevarse el arma. “H” ofrece a Pawnie como regalo para Riza. Mientras ella se enfrasca en una plática de su relación, “M” se lleva el arma, pero es descubierta por Riza. Ahí nos enteramos de que no es humana y tiene al menos un brazo extra. En la pelea, Luca descubre a “H” interfiriendo con la seguridad y pelea contra él. Hay una graciosa referencia a “Thor”, ya que “H” alza un martillo para atacar y Luca lo atrapa fácilmente.
Ambos van a ser asesinados por Riza, cuando ésta dice algo de la raza Tarantiana de Luca, “M” menciona su recuerdo, y la frase que el tarantiano cachorro le dijo cuando ella lo había salvado. Los ojos de Luca se ponen como los del gato con Botas y reconoce a Molly, ella lo reconoce también y se sorprende de cómo ha crecido, Riza dice “¿Molly, estás bromeando conmigo”, de forma sarcástica. Luca los ayuda, traicionando a la traficante de armas.
Cuando “H” y “M” van saliendo de la isla, “H” le dice su nombre real a Molly, y Pawnie dice de broma que su verdadero nombre es “Steve”. En ese momento aparecen los gemelos Diads, quienes los están acorralando, Molly activa el arma, está decidida a destruir todo por salvar a su planeta cuando ambos gemelos dicen “nosotros también”, antes de ser desintegrados de modo sorpresivo por “La Gran T” y otros agentes que han ido a rescatarlos.
En su fiesta de reconocimiento por recuperar el arma, “M” y “H” saben que algo está mal. Se preguntan por qué no han tenido repercusiones más fuertes ante lo que han hecho, y sobre todo ¿cómo sabía “La Gran T” que estaban con Riza? Al mismo tiempo observamos al agente “C” que mira los cuadros en la oficina de “La Gran T”, y se da cuenta de algo. “M” y “H” buscan ver el arma, la guardiana del depósito les dice que es imposible, abre la maleta donde se había resguardado dicha arma y está vacía.
Durante la secuencia final deciden viajar a París. En el elevador “M” le pregunta a “H” cómo fue la misión de destrucción de “La Colmena”. “H” responde varias veces la misma línea, con lo que se da cuenta de haber sido neuralizado. Ambos están sorprendidos por la noticia. Entran en la sala de máquinas de la Torre Eiffel, donde se encuentran a la “Gran T”, quien se acerca a “H” y le dice “siempre fuiste como un hijo para mí”, “M” le dice a “H”, “creo que no es el agente T que tú conocias”, “La Gran T” comienza a transformarse y dice “siempre fuiste como un hijo para él”, arroja a “H” y comienzan a pelear. Están peleando cuando se abre un portal hacia donde se encuentra el núcleo de La Colmena. El líder va a lanzar a “H” cuando él dice “siempre fuiste como un padre para mí”, y reaparece el rostro del agente “T”, quien intenta ayudarlos, pero una de las extensiones toma a “M” y la arroja al portal. Pawnie la salva y la regresa a la Tierra. En ese momento “H” empuja al alien y activa el arma. De este modo logran evitar la invasión y en verdad destruir a La Colmena.
En el mismo puente que vimos antes aparecen otros agentes. “O” baja de un automóvil y felicita a “M” por lograr el éxito en su primera misión, le entrega su neuralizador como muestra de que ya no está a prueba y la felicita. También le dice a “H” que está a prueba para ser el nuevo jefe de la unidad de Londres. Así como por el hecho de que “T” será extrañado. Antes de irse con “M”, ambas observan a “H” desde lejos y “O” le dice a “M” que debe ser consciente ya de los sacrificios que el trabajo requiere, “M” lo sabe y ambas deciden irse. La escena final es de “M” y “H” en el auto de éste. Ella le deja a “Pawnie” como obsequio y guardaespaldas, además de que ella está al volante. Así termina la película.
Aunque en esencia es un interesante nuevo inicio para la franquicia de Los Hombres de Negro, la verdad es que me pareció una película aburrida, sin una trama muy buena, con un humor más o menos bueno, pero algo forzado. Sobre todo con el personaje de “Pawnie”, no me desagrada, pero 1 de cada 5 de sus chistes me pareció bien empleado, creo que podría no haber existido en la historia y no pasaba nada. Aparte, pues al menos para mí fue muy obvio desde el inicio quién era el villano, y creo que podrían haber hecho un mejor esfuerzo en general. Me parece que su mayor acierto es la relación entre “M” y “H”, aunque ambos personajes podrían ser más interesantes. Y el mayor desacierto, la poca acción presente. No estoy pidiendo que sea como las aventuras de “J” y “K”, pero nos dieron unos alienígenas muy interesantes con los Diads, o La Colmena, y realmente el modo como fueron vencidos, en mi opinión merece un “meh”. No se siente que haya un clímax, y sus batallas se sienten sosas y desabridas.
Espero que si deciden hacer una secuela para estos nuevos Hombres de Negro, mejoren en todos estos aspectos. Así lo espero.
ā
ā
Por Rossana Guillén