“Llego la hora quitar el pecado del Pepsi Center”

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Noche fría en la ciudad, pero hoy tenemos cita en un recinto no muy concurrido por su servidor, solo que esta vez fue el elegido para dar lugar a un concierto de una banda muy especial, me refiero a Lamb of God, después de haberse presentado en el knotfest del 2015, regresan a tierra azteca para demoler nuestros cuerpos con dosis extremas de groove metal y promocionando su nuevo disco llamado VII: Sturm and Drang, y a un par de semanas antes anuncian que la banda telonera seria Tulkas.

            Da inicio el concierto y aparecen los chicos de Tulkas en el escenario, es una banda de trash provenientes del estado de Querétaro y es una banda que tiene una energía sorprendente y la cual demuestra que puede ser uno de los referentes del metal nacional y espero que continúen por ese buen camino, porque dan a demostrar porque les toco ya estar una vez en uno de los mejores festivales del mundo en cuanto el género se refiere y es el Wacken Open Air, evento que se realiza en la pequeña ciudad de Wacken, Alemania, aproximadamente su presentación duro una hora para dar paso como dijo el vocalista Javier, “gracias por estar aquí y es hora de dar paso al maestro de maestros”…

            El grupo proveniente de Richmond, Virginia, se hace presente en el escenario con un buenas noches México y nos dan la bienvenida con “Walk With Me in Hell”, desde el primer segundo, la cerveza empezó a volar por los aires y el mosh pit fue una verdadera locura y eso que es la primera canción, continúan con “Ruin” y una canción de nuevo material llamada “512”, terminada la primer tercia, la gente comienza a corear el tradicional “ole,ole,ole” y algunos comenzaban a cantar “cordero de dios, que quitas el pecado del mundo”.

            A continuación toca turno de “Ghost Walking”, “Engage the Fear Machine” y un icono del setlist “Now You’ve Got Something to Die For” o para los cuates “NYGSDF”, el slam no cesaba en ningún momento, había mucha gente que se llegaba a caer y entre los demás lo levantaban y sígale porque esto apenas comienza, toca turno de más canciones del nuevo material y sigue “Still Echoes”, terminando Randy comienza a comentarnos que para la desgracia americana, Donal Trump había ganado la presidencia, después de esto, continua un round sin descanso porque tocaba turno de “The Faded Line”, “Blacken the Cursed Sun”, “Anthropoid” y  “Hourglass” para salir del escenario un par de minutos y toda luz del recinto se apagó.

            Se enciende una pantalla y al mismo tiempo comienza a escucharse “Vigil”, una canción muy aclamada por el público y terminando sigue para muchos considerado el himno de la banda, me refiero a “Laid To Rest”, al escuchar el nombre, se convirtió en un huracán de golpes y cerveza volando por los aires, yo pensando que la gente trae mucho dinero, porque al inicio volaban la cerveza y comprar otra para aventarla iniciando esta canción o quién sabe si era cerveza en ese momento, ya para concluir nos tocó una invitación a una fiesta con “Redneck”.

            Este fue uno de los conciertos más cansados que he tenido, Lamb of God es una banda que había esperado mucho que viniera sola a México, había venido al knotfest pero no soy muy fan de ir a festivales, elegí entre ir a mi clase de programación o el concierto y creo que la elección fue muy obvia y no me arrepiento de eso. Esta vez no use automóvil ya que mi papá se ofreció a ir por mi terminando el evento, pues tuve la oportunidad de quedarme dormido en el camino, solo que llegando a la casa me pregunto que si fui a Garibaldi, porque olía a cerveza con ligeros toques de orina y mariguana…

           

 

Me despido porque debo tomar un baño porque no lo notaba en el momento, pero al despertar, mejor lo dejamos así queridos lectores.

Se despide su ya limpio de cuerpo y confesado de sus pecados…

Hasta la próxima…

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Kid Carlomagno